Parasyte: The Maxim (Kiseijuu: Sei no Kakuritsu) es de esos animes que no solo entretienen y te atrapan desde el primer capítulo y que cuando los terminas de ver te dejan un vacio que no sabes con cual otro anime llenar, sino que también te incomodan y te hacen reflexionae. Basado en el manga de Hitoshi Iwaaki, combina body horror (terror corporal), acción brutal y dilemas existenciales perfectamente unidos mediante ciencia ficción.
La premisa es inquietante: parásitos alienígenas caen a la Tierra y se apoderan de cuerpos humanos, borrando la identidad original para sobrevivir. Shinichi Izumi, el protagonista, no logra ser dominado por completo y termina conviviendo con Migi, un parásito alojado en su mano derecha. Ese accidente abre la puerta a preguntas como:
¿Qué tan frágil es la condición humana?
¿Qué ocurre cuando la especie depredadora pasa a ser la presa?
La animación es intensa y con un estilo que recuerda a las 90’s, con combates sangrientos que no buscan solo el impacto visual, sino también reforzar el trasfondo filosófico de la obra.
La Adaptación de Netflix
Netflix apostó por una versión live action coreana titulada Parasyte: The Grey. No se trata de una copia literal del manga o el anime, sino de una relectura adaptada a Corea del Sur, con nuevos personajes y giros propios.
Lo interesante es que logra mantener intacto el espíritu:
Criaturas grotescas y perturbadoras con un nivel de efectos que sorprende.
Suspenso constante y una atmósfera cargada de tensión social.
Un enfoque más oscuro, con tintes apocalípticos.
El resultado es bueno, conservando lo interesante del animé pero con una mirada diferente.
Recomendación
Empieza por el anime y luego lánzate el live action en Netflix.
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